sábado, 12 de noviembre de 2011

AÑEZ.- Escudo y origen del apellido Añez

ALEMAÑY.- Escudo y origen del apellido Alemañy

El origen de este linaje alcanza tiempos muy remotos. En historias, crónicas e instrumentos de gran antigüedad se encuentran datos que pretenden explicarlo; pero como esos datos se basan en hechos que no están esclarecidos y que probablemente no tuvieron existencia más que en la fábula, conviene, al recopilarlos, ir sometiéndolos a un examen que descubra la garantía de verosimilitud que pueden ofrecer y evite caer en los errores en que tantos tratadistas incurrieron. Este camino, que es el único discreto, es el que a continuación vamos a seguir. Antiguas crónicas de Cataluña, a las que Pedro Tomich sigue en la suya, refieren que en tiempos del príncipe franco Carlos Martel, que tenía en su nombre el gobierno de Guiana, o el de Aquitania, el caudillo Otger Catalón, era señor de un castillo denominado Catalón, por lo que le llamaron Otger de Catalón. Este caudillo, ayudado de nueve insignes capitanes, decidió en 733 la empresa de pasar a Cataluña, a pelear contra los moros, y para llevar a cabo sus propósitos atravesó con un ejército de veinticinco mil hombres los valles de Arán y Aneo. En breves días ganaron la Cerdanya y continuaron el camino hacia Gerona, poniendo cerco a la villa de Ampurias, punto muy principal de las concentraciones enemigas. Murió en 735, hallándose sobre esta plaza, el referido Otger Catalón, y entonces fue elegido por General de aquel ejército Dapifer de Montcada, que era uno de los nueve capitanes aludidos. La denodada resistencia de los moros y los grandes refuerzos que acudieron en su auxilio, fue causa de que los sitiadores levantasen el cerco y se recogieran en las montañas, en las que se hicieron fuertes hasta la llegada de Carlomagno por los años de 778. Añaden esas crónicas que cuando llegó Carlomagno al principado de Cataluña, que acabó de ganar en aquel tiempo su hijo Luis, ordenó que se estableciesen nueve condados, señalando a cada uno sus límites e instituyendo entonces las nueve baronías que se dieron a los nueve capitanes que pasaron a Cataluña con Otger Catalón, y que fueron los que citan diversas historias con los nombres de Dapifer de Montcada, Galcerán de Pinós, Hugo de Mataplana, Galcerán de Cervera, Galcerán de Cervelló, Geraldo de Alemany, Bernardo de Anglesola, Gisperto de Ribelles y Bernardo Roger de Erill. Todos estos caballeros tenían, sin embargo, que llamarse de otra manera antes de quedar establecidos en Cataluña, pues eran gentes de tierras extrañas, algunos oriundos de Alemania, y los apellidos con que se les cita en esas historias son en su mayoría catalanes, y debieron tomarlos de los nombres de los castillos y baronías que después les fueron concedidos. Las crónicas a que venimos haciendo referencia, y que más tarde han seguido muchos autores, manifiestan también que dichos capitanes fueron los progenitores de ilustres y antiguas casas de Cataluña,procediendo la apellidada Alamán, Alemán o Alemany del referido barón Geraldo de Alamán. En éste, pues, y en los hechos relatados encuentran muchos genealogistas el origen del linaje que nos ocupa; pero antes de aceptarlo como cierto, conviene ponerle algunas apostillas que consideramos oportunas. En primer lugar, nada de los escritos en esas crónicas dicen otros autores antiguos, salvo el obispo Turpín, que en su fabulosa historia hace mención de Aigolant (refiriéndose a Otger Catalón), pero afirmando que era rey de los moros y que Carlomagno vino a luchar contra él en España, con un ejército de veinticinco mil de a caballo, sin la gente de a pie. Mas sabido es lo dado que fue ese obispo a escribir no ya cosas inverosímiles, sino increíbles. No faltan, por añadidura, historiadores catalanes de grave autoridad y con mucha noticia de las cosas antiguas, entre ellos Jerónimo Paulo, natural de Barcelona, que procuraron derribar todos los fundamentos de la historia de Tomich en la parte relativa a la entrada y origen de aquellos nueve varones en Cataluña, dándolo todo por ficción y burla. Agréguese a esto que la moderna crítica histórica, desde los tiempos del padre Masdeu, niega esas entradas de Carlomagno en España, y resultará que no es prudente acoger sin reservas toda la relación apuntada sobre el origen del linaje Alemany. Acudamos, pues, a otra de las versiones que tratan de explicar ese origen. Algunos puntos de contacto con la anterior tiene la que afirma que el linaje Alemany procede de la imperial estirpe de los condes de Stolberg, príncipes soberanos de Alemania; pues dice que el caballero Querart, conde de Stolberg, casado con Clotilde, de la sangre real de la casa de Baviera, tuvo por segundogénito a Querart Rachmont, que casó con Claramunda, de la real estirpe de los antiguos reyes de Francia, y que fue uno de los nueve héroes que en l.os años de 735 emprendieron la conquista de Cataluña. Añade que este Querart Rachmont la quien el conde de Cervellón y barón de Oropesa, en la genealogía que sobre la casa de su primer título mandó imprimir en 1663, le da la filiación de Alamán, ganó en el año 800 el castillo de Cervellón ; que en él erigió su casa solar, que Carlomagno le dio el título de barón, y que fue en España primero del árbol de los linajes de Alemany y Cervelló, porque a su filiación de Alamán unió la de Cervelló, tomándola del nombre del citado castillo y comenzado entonces a llamarse Geraldo Alemany de Cervelló. A esta nueva versión, como se ve, se le pueden aplicar casi los mismos reparos que a la primera, y ante ello, preciso es acogerse a la tercera y última que, coincidiendo con las otras en algo, explica el origen del linaje Alemany, diciendo que procede de los caballeros oriundos de Alemania, que pasaron de Francia a Cataluña para pelear contra los moros y allí quedaron establecidos. Añade que uno de ellos fue el citado Geraldo Alemany de Cervelló, que en el año 800 adquirió el dominio del castillo y baronía de Cerveró, tomando también este nombre por apellido, y siendo el progenitor de esta casa, y que el otro era el también referido Geraldo Alamán o Alemany, fundador de otra rama de Alemany, que más tarde se unió con la del primero. Como de las sucesiones de estos dos caballeros, la que ofrece datos más completos es la de Geraldo Alemany, con ésta comenzaremos la genealogía del linaje que nos ocupa, llegando así al momento en que una rama se una con la otra. PRIMERA RAMA I. Geraldo Alemany de Cervelló, que adquirió el dominio y baronía de Cervelló en el año 800, fue en España el primero de una rama de Alemany, y el progenitor a la vez del linaje de Cervelló, por haber tomado también por a.pellido el nombre de dicho castillo. No se sabe el nombre de la señora con quien casó, y cesan sus memorias en el año 817. Le sucedió II Ramón Alemany de Cervelló, quien, después de continuar las guerras contra los moros, murió en 849. También se ignora con quién casó; pero se sabe que vino a sucederle III. Geraldo Ramón de Cervelló, que empleó su esfuerzo contra la morisma y amplió su patrimonio ganando muchos castillos, que le fueron confirmados por el emperador Carlos «el Calvo» en 889. El había muerto, lleno de triunfos, en 872, y le sucedió IV. Ramón Alemany de Cervelló, segundo del nombre, que sirvió en las guerras católicas al conde de Barcelona, Guifredo «el Velloso». Contrajo matrimonio con Adelaida, del linaje de los Cruilles, según se cree, y murió por los años de 921. Dejó por hijo y sucesor a V. Geraldo Alemany de Cervelló, segundo del nombre, que casó con una señora llamada Brusnisenda. Le sucedió en la casa VI. Asulfo de Cervelló, a quien citan los autores suprimiendo el Alemany. Consta que contrajo matrimonio con una señora llamada Druda, en un instrumento de venta que a dichos consortes, en cuatro de las candelas de mayo del tercer año del reinado de Luis, rey de Francia, que fue el de 941, hizo el caballero Rodulfo del castillo, lugar y término llamado Marra, que comprendía un gran territorio; instrumento que, refiriéndose al archivo del benedictino monasterio de la Virgen de Montserrat, trae el arzobispo de París don Pedro de Mascá, en su Marca Hispánica, col. 853. ALEMANY DE BELLPUIG Descendiente de este último fue Roger de Alemany, llamado de Bellpuig, del que se derivan las familias siguientes: La de Catllar, comúnmente llamada Descatllar. Esta familia es, por varonía, Alemany, debido al casamiento de doña Inés Descatllar con Pedro Alemany de Bellpuig, nieta del referido Roger Alemany de Bellpuig. Los descendientes de Pedro Alemany de Bellpuig tomaron nombre y armas de Descatllar, prosiguiendo su varonil descendencia hasta don Juan Descatllar, que estaba casado con doña Dionisia de Reart, y don Narciso Descatllar, marqués de Besora, marido de doña María Desbac y Cartellá, los cuales fueron varoniles nietos séptimos del mismo Roger Alemany de Bellpuig La de Desbac. Esta familia viene de la varonía del mencionado Roger Alemany de Bellpuig por el matrimonio que contrajo don Luis Descatllar, cuarto nieto de Roger Alemany de Bellpuig, con doña María Desbac, cuyo hijo, don Francisco, tomó nombre y armas de la casa Desbac, prosiguiéndose la varonía hasta don Pedro Desbac, marqués de Cartellá, hijo de don Luis Desbac y de su mujer doña Gertrud.is de Cartellá y octavo nieto varón de Roger Alemany de Bellpuig. La de Montpalau. Esta familia se incorporó a la varonía del citado Roger Alemany de Bellpuig, mediante el matrimonial enlace de doña Mari-Angela de Montpalau con Bernardo Alemany, hijo de Jaime de Alemany y de doña Angela de Cartellá. La de Sagarriga. Esta familia había venido a parar en hembra, esto es, en doña Bartomea de Sagarriga, hija de Ramón de Palou y de Sagarriga. Pero dicha doña Bartolomea casó con el mencionado Roger Alemany de Bellpuig, y fue uno de sus hijos Gaspar Alemany de Bellpuig, que sucedió en los estados de la casa Sagarriga, derivándose de él la varonil descendencia hasta don Francisco de Sagarriga y de Vera, conde de Creixell, casado con doña María de Queralt y Reart. EN MALLORCA La familia Alemán o Alemany, de Mallorca, procede de la de Cataluña, y aparece allí establecida desde tiempos muy antiguos. Jerónimo Zurita dice que uno de los caballeros que por los años de 1114 acompañaron al conde de Barcelona, Ramón Berenguer III, en la conquista de la isla de Mallorca, que estaba en poder de los moros, fue Geraldo de Alemany, a quien hace figurar entre los que más se distinguieron en aquella empresa. No especifica Zurita cuál de los varios Geraldo de Alemany fue ése ; pero debió ser el Geraldo Alemany, quinto del nombre de la rama de los Alemany de Cervelló, hijo primogénito de Geraldo Alemany, cuarto del nombre, y hermano de Guillermo de Cervelló, que contrajo matrimonio con la hija única y heredera de Pedro de Alemany. Pensamos esto, porque tal Geraldo de Alemany, quinto del nombre, vivió y floreció en los años de la citada conquista de Mallorca por el conde Ramón Berenguer III. Ahora bien, cuando los Alemán o Alemany quedaron establecidos en Mallorca, dando motivo a la familia que radicó en esa isla, no debió ser a raíz de dicha conquista de Ramón Berenguer III, sino en la otra que el año 1230 realizó el rey de Aragón don Jaime I «el Conquistador», pues a este monarca le acompañaron en su empresa varios caballeros del linaje Alemany, que fueron los progenitores de las ramas que en Mallorca se formaron. Jerónimo Zurita, en sus Anales de Aragón, nos da noticia concreta de algunos de esos caballeros en los siguientes párrafos: «Grande fue la riqueza y el despojo que los cristianos hallaron en la ciudad (Palma de Mallorca) ; y luego se entendió en hacer almoneda de la ropa y esclavos para hacer repartición conforme a lo que el rey tenía acordado; y para esto fueron nombrados; don Berenguer, obispo de Barcelona; don Lope, obispo de Lérida; don Nuño Sánchez; Ponce Hugo, conde de Ampurias; Ramón Alemany y Ramón Berenguer de Ager». Luego añade el propio Zurita : «Pero entre tanto que esto se ponía en orden, se encendió gran mortandad, no sólo en la gente común, sino en las personas principales; y dentro de un mes murieron Guillermo de Claramunt, Ramón Alemany, don García Pérez de Meitad, que era un caballero aragonés de buen linaje y de la mesnada del rey, y don Geraldo de Cervelló, sobrino de don Ramón Alemany, que fue hijo de don Guillermo de Cervelló, hermano mayor de don Ramón Alemany». En efecto este Ramón Alemany, que pereció con su sobrino Geraldo de Cervelló durante tal mortandad en Mallorca, y del que también da noticia Bover, era hermano menor de Guillermo de Cervelló, y ambos hijos de Geraldo Alemany y nietos del Geraldo Alemany, quinto del nombre, que fue hermano del Guillermo de Cervelló, que contrajo matrimonio con la hija única y heredera de Pedro Alemany. Se ve, pues, claramente que con don Jaime I pasaron a la conquista de Mallorca caballeros Alemany de la rama de los Cervelló. También se sabe que acompañaron a ese rey en dicha empresa otros caballeros Alemany de la otra rama de Geraldo o Pedro Alemán o Alemany; pues está comprobado que Pedro Alemán o Alemany, que casó con doña Blanca y que era hijo de Guillermo de Cerve11ó y dc su mujer, la hija y heredera del Pedro Alemany, descendiente del citado Geraldo, se halló en la conquista de Mallorca con la gente de don Gastón de Bearne, y fue heredado en la porción de este magnate con una alquería obligada al censo de dos morabatines y una libra de pimientos al expresado vizconde. Su pariente Fernando de Alemany fue también conquistador de Mallorca, y obtuvo del conde don Nuño Sánchez una donación de un campo de la alquería «Rossenxit», en el término de Felanitx, junto al puente mayor, cuya propiedad, en los idus de julio de 1239, su apoderado, López Fernández, se la dio en establecimiento a Bartolomé y Bernardo Falgueres. Siguiendo la relación de los caballeros Alemany (algunos escriben Alemañy) de Mallorca, hacen las historias mención de los siguientes: Pedro de Alemany, que afirmó en calidad de testigo el privilegio de caballero que en el año de 1279 concedió el rey don Jamie II a Pedro, hijo de Ponce Vic. Guillén Ramón de Alemany, que en 1290 era procurador real o representante de patrimonio de su majestad en aquella isla. EN ARAGON Y VALENCIA Muchos de los caballeros catalanes del linaje Alemany sirvieron, como se desprende de algunos datos que quedan expuestos, a los reyes de Aragón, y sus nombres van unidos en la historia a los hechos más salientes que realizaron don Jaime I «el Conquistador», don Pedro III, don Jaime II, don Alfonso IV, don Pedro IV, don Juan y don Martín. Estos caballeros y sus sucesores, crearon en Aragón ramas y casas muy principales, cuyos miembros gozaron siempre de los honores y preeminencias que correspondíales por su noble y elevada alcurnia. Ramón Alamán, Guerao Alamán, Guillén Alamán, Ferrer Alamán, Pedro Alamán, Bernardo Alamán y otros, florecieron notablemente en Aragón durante los reinados de los monarcas aludidos. De Cataluña y Aragón pasó el linaje a Valencia. Jaime Febrer cita a Raimundo Alemany, que fue un esforzado guerrero y que se distinguió mucho en la conquista de Valencia sirviendo a don Jaime I. Los Alemany se extendieron también por Murcia, Castilla, La Rioja, Extremadura y Andalucía.
Armas: Como el linaje Alemán o Alemany se extendió, como se ha visto, por diversas regiones de España, y dio motivo a muchas y muy importantes casas y ramas, son también varias y distintas las armas que traen los de este apellido. A continuación describimos todas aquellas de que tenemos noticia: Las primitivas del linaje, esto es, las de la baronía y casa fundadora, son : En campo de plata, tres alas bajadas, de gules. Estas mismas traen los de Cataluña y los de Aragón y la línea que pasó a Castilla. Algunos ponen esas alas de gules embellecidas de oro. Los de la casa y rama de Poblet, también en Cataluña, ostentan estas otras: En campo de gules, una ala de ángel, de oro. Así aparecen en los sepulcros y capillas que los de este linaje tienen en la iglesia de dicho lugar y así las describe don Juan Francisco de Hita y otros autores. Don Jerónimo de Villa altera los esmaltes de ese escudo, y pone el campo de oro y el ala de gules. García Ciprés dice que otros, en Aragón, traen dos alas y dos manos cuartelando el escudo, pero no indica los esmaltes del campo y de las piezas, y por esta razón no le dibujamos. Los de Mallorca y otras ramas de Baleares, y los de Valencia, traen las armas de la casa de Cataluña primitiva y fundadora, pero modifican el campo y lo pintan de oro en vez de plata. Algunos en Mallorca, según don Joaquín María Bover, ostentan este mismo escudo, con la pequeña diferencia de colocar en el campo de oro las tres alas de gules, con las puntas hacia arriba. Los de Murcia y Alicante tienen este otro escudo : En campo de gules, cinco alas de plata, sombreadas de azur, puestas en sotuer y con las puntas hacia arriba. La del centro aparece cogida y sostenida por la mano de un brazo armado, también de plata, moviente del flanco siniestro. Algunos de Valencia usan también este escudo. Los Alemán o Alemany de Bellpuig o Bellpuch, traen: Escudo cuartelado, 1º y 4º, de oro, con una flor de lis de sinople y bordura almenada de ocho piezas, también de sinople, y 2º y 3º, de plata, con un ala de gules y otra bordura almenada de ocho piezas, también de gules. Miguel de Salazar pone en ese escudo: En el lº y 4º cuarteles, en vez de la flor de lis, un monte floreado de sinople, y Lorenzo de Padilla coloca en el 2º y 3º cuarteles, tres alas de gules en vez de una. Pero coinciden con ellos los demás tratadistas que hemos consultado. Según el citado Lorenzo de Padilla, hay también una línea de este linaje que trae : Escudo de plata, con un águila exployada (o de dos cabezas) de sable, picada y armada de oro, y membrada de gules, y que sostiene por cada pico un escudete de oro, con un lobo andante, de gules. Otra línea ostenta : En campo de plata, un águila de sable, exployada o de dos cabezas, con el pecho cargado de un escudete de gules, con un león rampante, de su color natural. Otra tiene: Escudo de gules, con un águila de su color y bordura de azur, con cinco flores de lis de plata, cortadas de oro. Estos dos últimos escudos los describe Frías de Albornoz. Jorge de Montemayor, Jerónimo de Villa y otros autores dicen que una nueva línea de Alemán o Alemany trae: Escudo de plata, con una cabrita o chevrón de sable, surmontado de un mazo del mismo color. También el ya citado Jorge de Montemayor manifiesta que otra rama ostenta : Escudo de azur, con una ala de plata, partido de plata, con un peñasco de sinople sobre ondas de azur y plata, surmontado de una ala de azur, pareada de dos flores de lis de sinople. Finalmente, hay otra línea de este apellido que trae : Escudo de azur, con un morrión o casco de plata; partido, también de azur, con una faja de oro. Estas cinco últimas armas, sin embargo, no son tan puras y propias del linaje como las anteriores, ni están tan generalizadas. Las armas primitivas son: De oro, tres alas caídas de gules. Algunos ponen el campo de plata. Los de Poblet traen: De gules, un ala de ángel de oro. Los de Baleares traen: De oro, tres alas de gules con las puntas hacia arriba. Los de Valencia, Alicante y Murcia traen: De gules, cinco alas de plata con las puntas hacia arriba colocadas en sotuer, y un brazo armado de plata moviente del flanco siniestro, que coge con la mano el ala del centro. Los de Belpuche (Gerona) traen: Cuartelado, 1º y 4º de oro, una flor de lis de sinople, con bordura almenada de sinople; y 2º y 3º de plata, un águila de sable exployada cargada en el pecho con un escudete de gules, a su vez cargado con un león rampante de su color natural. Otros traen: De gules, un águila de su color natural. Bordura de azur con cinco flores de lis de plata cortadas de oro.

jueves, 10 de noviembre de 2011

ABARCA.- Escudo y origen del apellido Abarca

Aunque al tratar de este noble linaje aragonés haya dicho algún genealogista que procede de Amílcar Barca, lo cierto es que tiene por base Sancho Abarca, primer Rey de Aragón. Cuenta la tradición que un caballero del linaje de Guevara, según unos, y del de Vidal, según otros, encontró muertos a los Reyes de Navarra D. García Íñiguez y su esposa D.ª Urraca Jiménez, que se hallaba encinta, pudiendo, con grandes cuidados, salvar al Infante que estaba a punto de nacer, al que puso por nombre Sancho, teniéndole escondido hasta que fue proclamado Rey. Este Infante D. Sancho fue conocido por Abarca a causa del tosco calzado de abarcas que llevaba. Empezó a reinar en el año 905 y casó con D.ª Toda, con la que tuvo cinco hijos: primero García Sánchez, a quien dejó el gobierno su padre mientras él luchaba contra los moros y que reinó treinta años; segundo, D.ª Ximena, o Urraca, según algunos autores, casada con D. Alonso I de León; tercero, D.ª María, casada con el Rey Ordoño; cuarto, D.ª Teresa, casada con D. Ramiro II de León, y quinto, D.ª Blanca, o Velasquita, según otros, casada con D. Nuño, Conde de Vizcaya. Sin embargo bien pudiera ser un topónimo, ya que existe un pueblecito en tierra de Campos que se llama Abarca. Hay otra posibilidad, y es que antiguamente se llamaban "Infanzones de abarca" en Aragón a los hombres libres y nobles pero de condición humilde para distinguirlos de la clase general o pecheros ya que eran hidalgos infanzones, aunque calzaran abarcas como los demás labradores. La casa de Abarca de Santander tiene su origen en la capital y su barrio de Cueto, donde aparecen empadronados por lo menos desde el siglo XVII. Descienden de esta línea ilustres caballeros, y pasaron a Indias ramas importantes: A Lima Don Isidro Abarca y Gutiérrez Calderón, Alférez del Regimiento de la Nobleza de Lima y Caballero de la Orden de Santiago, V Conde de San Isidro; Don Joaquín Abarca Gutiérrez, también Caballero de la misma orden, y otras destacadas personalidades. Otra rama de Abarca llegó a Santander procedente de Llanes en 1826 con Don Juan de Abarca, cuyo hijo Estanislao nació en Santander en 1839. De esta casa desciende la ilustre Académica de La Real Academia de la Lengua, Doña Elena Quiroga y Abarca nacida en la casa del "Alta" en Santander.
Armas: En campo de gules, dos abarcas de oro, pareadas. Los de Santander traen: en campo de plata, dos abarcas de sable, surmontadas de dos coronas de oro y gules; cortado de gules, con un caballero armado sobre un caballo blanco, arrollando a los moros. Bordura con las cadenas de Navarra. Otros: Escudo de oro y dos abarcas de oro pareadas.

martes, 8 de noviembre de 2011

ACUÑA

Al comenzar a disertar sobre este ilustre linaje el P. Felipe de la Gándara cita las autorizadas palabras del obispo tudense, Fr. Prudencio de Sandoval, que se expresa de esta suerte sobre el origen de los ACUÑA: "Aunque la Casa de Acuña dicen trae su origen de Portugal, es más cierto del Reino de Galicia, y de los señalados Condes del tiempo del Emperador y Rey, D. Alfonso el VII..." Y cita también en confirmación de lo mismo las encendidas palabras del famoso diplomático D. Diego Sarmiento de Acuña, I conde de Gondomar, en la célebre Carta al secretario D. Andrés Prada Losada, que acaso sean el más inflamado panegírico de Galicia de que haya memoria: "Gallego fue Payo Gutiérrez, que ganó la ciudad de Lisboa a los moros; fue hijo de D. Gutiérre Páez, conde de Limia, en Galicia, y fue a servir al rey, D. Alonso de Portugal, el Primero; el cual le dio en aquel reino grandes estados, y el apellido de Acuña, de quien descienden tan grandes señores y caballeros en España. Gallegos son toda la nobleza y conquistadores de Portugal, porque en aquellas comarcas no había otras gentes, ni el conde D. Enrique, ni el rey D. Alonso, su hijo, las llevaron de otras partes más que de la parte de Entre Duero y Miño, que era Galicia..." El Nobiliario m. s. de O-C.coloca la casa solar del linaje en tierras de Galicia y la opinión más generalizada es que la primitiva debió estar en las cercanías de la ciudad de Tuy. Otros opinan que fue Acuña Alta, cerca de la Sierra de Estrella, en Portugal. Dice Fr. Prudencio de Sandoval que de este linaje fue el santo niño mártir, San Payo, o Pelayo, tan venerado en el Sur de Galicia. El más ilustre gallego que llevó este apellido fue el citado I Conde de Gondomar (V. SARMIENTO DE ACUÑA, Condes de Gondomar), entre los legos: mientras que entre los eclesiásticos fueron varios los ACUÑA MALVAR, de la casa de San Martín de Salcedo, que ilustraron la iglesia compostelana, alcanzando puestos muy honrosos, y de los cuales nos haremos eco en las genealogías. En la Real Chancillería de Valladolid pleitearon por su nobleza D. Andrés de Acuña, vecino de la Ramallosa, en 1767, y D. Ramón de Acuña y Troncoso, vecino de Armariz (Junquera de Ambía) en 1801. Don Ignacio de Acuña, casó con Dª María Malvar y Pinto, señores de la quinta conocida con el nombre de La Parda (Pontevedra) y fueron padres de Dª Bernarda de Acuña y Malvar, quien casó con D. José Mª Tineo y Ulloa, noble descendiente de la Casa de Mera, regidor perpetuo de Cangas de Tineo y Salas, señor de Noceda. Las Regueras y otros pueblos, intendente honorario del Ejército, caballero pensionado de la Orden de Carlos III y de la Orden de Lis de Vendée, maestrante de la Real de Valencia, etc. . La Genealogía de la Rama Troncal La hallar quien guste en el capítulo XXII del Libro III del Nobiliario del P. Gándara que se detiene principalmente en la figura de Payo Gutiérrez, al que se atribuye la leyenda de las cuñas con que rompió la muralla en el sitio de Lisboa, para arrebatársela a los moros. Otros autores, antiguos y modernos, recogen esta genealogía, por lo que nos creemos relevados de trasladarla aquí. Don Payo poseyó la Casa Quinta y Torre de Silva, de donde proceden todos los SILVA de España y Portugal. De su hijo D. Fernán descienden los Acuña, de España, y los Cunba, o D' Acunha, de Portugal. Línea de los Condes de Gondomar D. MARTÍN VÁZQUEZ DE ACUÑA, gran caballero, señor de muchos lugares en la Leiría, hallóse en la de Troncoso y en Coimbra; contradijo la elección del rey D. Juan I, por lo que pasó a Castilla en 1397 y el rey D. Enrique III le hizo conde de Valencia de D. Juan al siguiente año, casó con Dª María de Portugal (Gándara dice con Dª Teresa, hija de Alonso Téllez Girón); sirvió al rey D. Juan II en muchas guerras, y tuvo por hijos a D. PEDRO DE ACUÑA, II conde de Valencia de D. Juan, quien casó con Dª Leonor de Quiñones, y tuvo por hijos a D. JUAN DE ACUÑA, III conde de Valencia de D. Juan, quien casó con DªTeresa Enríquez (hija del conde de Alba de Liste), y tuvo por hijos a D. ALONSO DE ACUÑA ENRÍQUEZ, quien casó con Dª María Cabeza de Vaca, y tuvo por hijos a Dª JUANA DE ACUÑA ENRÍQUEZ, quien casó con D. García Sarmiento de Sotomayor, señor de Gondomar y de Vincios (que le había dejado en su testamento su padre, D. García Sarmiento de Sotomayor, II de este nombre, señor de Salvaterra y de Sobroso, casó con Dª Francisca de Sotomayor); fue D. García corregidor de Granada, gobernador y capitán general de las Islas Canarias (según se desprende del testamento de Dª Juana, del que existía copia en la iglesia de Vincios, en tiempo del historiador de Tuy, Ávila y la Cueva, página 269 de su Historia inédita), y tuvo por hijos a D. DIEGO (1º ) SARMIENTO DE ACUÑA, I conde de Gondomar. (V. SARMIENTO DE ACUÑA) .Los de La Parda o Loxa (Pontevedra) y del Pazo de Carballeira de Gandarón, en San Martín de Salcedo ALONSO DE ACUÑA, casó con María de Pinto, y tuvo por hijos a DOMINGO DE ACUÑA, quien casó con Isabel González, y tuvo por hijos a D. PEDRO DE ACUÑA GONZÁLEZ, fundador de La Parda. Su mismo escudo de piedra, existente en la fachada de la casa, es de ACUÑA GONZÁLEZ, en unión con las Armas del Santo Oficio; casó con Dª Manuela de Linares, tuvo por hijos a Dª ISABEL DE ACUÑA LINARES, quien casó con D. José Aleson Fernández, y tuvo por hijos a Dª JOSEFA ALESON DE ACUÑA, quien casó con D. Alonso Peire Roldán, inscrito como abogado en Pontevedra en 1751, y tuvo por hijos a D. JOSÉ, fundador de la agregación (V. LINARES). Unidos con frecuencia a los del Pazo de La Parda, figuran otros ACUÑA que se dicen descender de la casa solar de la ciudad de Tuy y afirman poseer cartas ejecutorias. Reclaman el parentesco de San Pelayo, así como de su tío Otenigio, obispo tudense, emparentándolos con los SOTOMAYOR, con los condes de Lemos y de Gondomar, con los de Buendía y de Amarante, etc. Aluden a D. Pedro Acuña González, que fundó casa, capilla y mayorazgo en Mourente (a cuya parroquia seguramente perteneció entonces la finca de La Parda) y a la que tenían en la villa de Pontevedra, con Armas muy antiguas de los ACUÑA y de los PINTO. Así en una declaración interesantísima del marqués de Leis, en la información de limpieza de sangre de D. Pedro Acuña y Malvar. D. DOMINGO DE ACUÑA casó con Dª María Moymenta y tuvo por hijos a D. ALBERTO DE ACUÑA MOYMENTA, quien casó en 28-IV-1669 con Dª María Gómez Outeiro y tuvo por hijos a D. DOMINGO DE ACUÑA GÓMEZ, bautizado el 28 de abril de 1680 y natural de Sta. María de Mourente; casó con Dª Andrea Martínez, natural de San Martín de Salcedo, 23-VIII- 1711 (hija de Juan Martínez y María Pérez Sobojanes, vecinos de Salcedo) quien tuvo por hijos a D. IGNACIO DE ACUÑA, natural de San Martín de Salcedo, bautizado el 28-XI-1715; casó con Dª María Rosa Malvar (hermana del Ilmo. Sr. D. Fray Sebastián Malvar y Pinto: V. MALVAR), natural de Salcedo y oriundo, como sus antecesores, de Santa María de Tourón: tuvo por hijos a a. D. Pedro de Acuña y Malvar, nacido en 1755, gobernador, provisor y vicario general del arzobispado de Santiago, propuesto para la prebenda de maestrescuela en 1785. Había nacido en Salcedo el 12-IV-1755; cursó estudios en el colegio mayor de S. Salvador de Oviedo, fue doctor por Salamanca; en 1784 su tío le nombró previsor y gobernador eclesiástico de la archidiócesis; maestrescuela en 1785; Cruz de Carlos III y sumiller supernumerario de cortina y oratorio cuatro años más tarde; prior de la Colegiata del Sar; ministro de Gracia y Justicia. En 1813 construyó el primer cuerpo del puente de Caldas de Reyes, villa por la que se interesó mucho, procurando que sus aguas medicinales estuviesen al alcance de los pobres. ( V. su vida en el Decanologio del Sr. Portela Pazos, página 405 y siguientes). b. D. Manuel de Acuña y Malvar, nacido en el año 1757, Salcedo; canónigo de Santiago en 17-VII-1792; arcediano de Salnés en 6 de agosto de 1795, etc. (V. su vida en el cit. Decanológio del Sr. Portela Pazos, página 407). c. D. Andrés Acuña y Malvar, nacido en Salcedo, 29-XI-1767; fue juez-arcediano de Luou, en la catedral de Santiago, por fallecimiento de D. Antonio Caviedes; y deán en 14-XII-1797 que hubo de sufrir en este cargo por el destierro de su hermano Manuel; y está sepultado bajo una hermosa lápida en el ala del claustro de la catedral de Santiago que se halla inmediata al templo. Su vida la recoge el Sr. Portela Pazos en su meritísimo Decanológio. d. D. Martín Acuña y Malvar, colegial de Fonseca. 2. D. Alberto de Acuña fue hermano de D. Ignacio, como hemos dicho, y ambos hijos de D. Domingo y de Dª Andrea. Nacida en San Martín de Salcedo, bautizada el 14-1X-1713, casó con Doña María Josefa Garrido (hija de D. Pedro Garrido y de Dª Magdalena Garrido) y tuvo por hijos a 1. D. Manuel de Acuña Garrido, quien sigue la línea. 2. D. Domingo de Acuña y Garrido, natural de San Martín de Salcedo, cura de San Vicente de Berres y presentado por S. M. para la cardenaliza vacante en Santiago (por muerte de don José Valcarce) en 1795, para lo que verificó informaciones de limpieza de sangre. Era primo de D. Pedro de Acuña y de sus dos hermanos, todos ellos prebendados en la catedral compostelana. D. MANUEL DE ACUNA GARRIDO en 2 de mayo de 1772 casó con Dª Juana Benita Malvar González (hija de D. Lorenzo Malvar Pinto y de Dª Bernarda González Pereira: V. MALVAR) y tuvo por hijos a Dª MARIA BERNARDA ACUNA MALVAR, quien casó con D. Antonio Joaquín Fajardo de Sotomayor (en el 2º matrimonio de éste), señor de Rianxo (V. Fajardo). Los de Paredes de Tuy Paredes de Tuy está a tres leguas de esta ciudad, entre Duero y Miño, y de allí era natural D. Francisco de Acuña, el capitán al que hizo merced de un hábito de Santiago D. Felipe IV, en 1635. Por su expediente conocemos estos pormenores genealógicos: D. FERNANDO GONZÁLEZ DEL TUMIO Y ACUÑA, casó con Dª Beatriz Yáñez (hija de Bartolomé González Capón y de Dª Brígida de Acuña); todos eran naturales del concejo de Paredes de Tuy; tuvo por hijos a D. RODRIGO FERNÁNDEZ DEL TUMIO Y ACUNA, el cual casó con Dª Victoria de Acuña, y tuvo por hijos a D. FRANCISCO DE ACUÑA, capitán, que por el año 1635 era de edad de cuarenta años, cuando fue recibido por caballero santiaguista. Los de San Miguel de Pexegueiro y de San Pedro de la Ramallosa Dª ISABEL FERNÁNDEZ, casó con D. N. Acuña, y tuvo por hijos a D. LORENZO DE ACUÑA, quién casó con Dª Valentina Fernández y fueron vecinos de San Miguel de Pexegueiro (municipio de Tuy). Era D. Lorenzo primo del doctor D. Juan de Acuña, canónigo de Tuy, así como del colegial de Fonseca y también doctor D. Pedro Jacinto de Acuña, que andando el tiempo gozó igualmente de una canonjía de la catedral tudense. Del citado matrimonio nació D. ANDRÉS FERNÁNDEZ DE ACUÑA y su hermana Dª Luisa de Acuña. Esta casó con Don Pedro Martínez de Lira, vecino de San Miguel de Pexegueiro, y tuvo por hijos a D. Pedro y a Dª María Martínez de Lira y Acuña. Don Andrés Fernández de Acuña, casó con Dª María Gómez Pereira (hija de D. Bartolomé Gómez y de Dª Ana Estévez de Guntín, vecinos de San Pedro de la Ramallosa), y tuvo por hijo a otro D. ANDRÉS DE ACUÑA, vecino de San Pedro de la Ramallosa, que es el que por 1767 litigaba por el reconocimiento de su hidalguía en la Real Chancillería de Valladolid. Se extiende por Toro, donde entroncan con los ULLOA D. JUAN DE ACUÑA, maestresala de la emperatriz Dª Isabel, caballero de las Ordenes de Santiago y de Calatrava, como se lee en el expediente de su nieto, fue comendador de Malagón y vecino de la ciudad de Toro; casó con Dª Ana de Rojas, y tuvo por hijos a D. JUAN DE ACUÑA, caballero de Calatrava, nacido y vecino de la ciudad de Toro; casó con Dª Isabel de Ulloa, también natural de Toro (hija de Don Juan de Ulloa Sarmiento y de D. Guiomar Tavera; él natural de Toro; ella sevillana y hermana de D. Ariquote as Pardo); tuvo por hijos D. JUAN DE ACUÑA Y ULLOA, caballero de Santiago en 1583, cuando contaba veinte años. Tronco de este linaje es D. Pelayo Fruela, el Diácono, Infante de León, hijo o nieto del Infante D. Aznar Fruela, y éste, a su vez, hijo de D. Fruela II, Rey de León, que vivió a principios del siglo IX. Tomó su nombre del lugar llamado Acuña Alta, situado a pocos kilómetros de la sierra de la Estrella, en Portugal, que fue su primer solar. Enlazó con la Real Casa portuguesa, por el matrimonio de D. Martín Vázquez de Acuña, I Conde de Valencia, con D.ª María de Portugal, hija legítima del Infante D. Juan y nieta del Rey D. Pedro I de Portugal. El citado Infante D. Pelayo, que vivió en la primera mitad del siglo XI, casó con la Infanta D.ª Aldonza Ordóñez, hija de D. Ordoño, Infante de León. Hijo primogénito de ambos fue D. Pelayo Peláez ( o Payo Páez), Ricohome de Castilla, Señor de muchos estados en Galicia y en Asturias, conocido en la Historia, como sus hermanos, con el sobrenombre de " Infantes de Carrión" casó con D.ª Mayor González, siendo padres de D. Gutierre Peláez, que de su matrimonio con D.ª María Pérez tuvo a D. Pelayo Gutiérrez, llamado " de Silva", por uno de sus Señoríos; casó tres veces: con D.ª Sancha Anez de Montor, D.ª Usenda Hermíguez Alboazar y D.ª Urraca Rabáldez. Hijo primogénito de su segundo matrimonio fue D. Fernando Peláez (o Páez), I Señor de Acuña Alta por merced de D. Alfonso Enríquez, I Rey de Portugal. Su hijo, D. Lorenzo Fernández de Acuña, fue el primero en usar este apellido. De él descienden las casas tituladas de Escalona y Ureña, y, por consiguiente, gran parte de la Grandeza y de la nobleza titulada de España. Otros autores dicen: La procedencia de este linaje es de origen portugués y desciende de la casa de Silva, la cual procedió de la casa real de Asturias y León. Para alcanzar su tronco hay que remontarse a don Fernán Paez, hijo de don Pelayo Gutiérrez, Señor de la Quinta y Torre de Silva, en el lugar de Acuña, en Portugal, por lo cual sus descendientes tomaron el apellido Acuña. Una rama de este linaje pasó a América desde los primeros tiempos de su descubrimiento, pudiéndo citarse al capitán don Pedro de Acuña que fue compañero de Hernán Cortés en la conquista de Méjico.
Armas de los Acuña: En campo de oro, nueve cuñas romas (como las que usan los canteros), de azur . Variante: Las mismas anteriores, con bordura de plata, cargada con cinco escudetes de azur con las quinas de Portugal . Las armas primitivas son: En campo de oro, nueve cuñas de azur, con las puntas hacia abajo, colocadas en tres fajas; bordura de plata con cinco escudetes de azur, cargados de cinco bezantes de plata, puestos en sotuer, que son las armas reales de Portugal. Los descendientes de D. Martín Vázquez de Acuña, Conde de Valencia, traen: en campo de sable, una banda de oro, cargada en el centro de un escudete de gules sobrecargado de una cruz floreteada, de plata, y en los costados, de nueve cuñas de azur, cinco en el diestro y cuatro en el siniestro; bordura como en el escudo anterior.

ABAJO.- Escudo y origen del apellido Abajo

ACEVEDO.- Escudo y origen del apellido Acevedo

Pretenden antiguos tratadistas que el tronco de este ilustre linaje haya sido el gascón Arnaldo de Bayán (o Gayán), quien a fines del siglo X habría fundado casa en Galicia, en el coto de Acevedo (a una legua de Villar de Frades, en tierras de la provincia de Orense. Un nieto de éste, Egas Gosindo Bayan, dícese que fue el fundador de una casa en Acevedo, de Portugal, de donde sus descendientes habrían tomado el apellido. Más adelante, los Acevedo portugueses pasaron a España y entroncaron con los condes de Monterrey (V. ULLOA) por el enlace de D. Diego de Acevedo Fonseca y Ulloa con Dª Francisca de Zúñiga, II condesa de Monterrey (hija de D. Sancho Sánchez de Ulloa, I conde de Monterrey, y de Dª Teresa de Zúñiga, vizcondesa de Monterrey) que casó con él en primeras nupcias, y en segundas con D. Fernando de Andrade y Zúñiga (V. ANDRADE) . En Galicia existen muchas casas blasonadas con las Armas de los Acevedos: en la villa orensana de Verín; el Porriño ostenta todavía las piedras armeras de la casa conocida bajo el nombre de Vila de Adre; en la casa de Lubre (Ares, provincia de La Coruña) he visto escudos de los Acevedo en los que se echa de ver su entronque con los SOLLOSO; los de Cambados (Los Pazos) unían las Armas de los Acevedo con las de los FONSECA. Acerca de los Acevedo de la casa de Ramiranes trae muchos datos D. José Espinosa Rodríguez , consignando la casa blasonada del Porriño, la fundación de un mayorazgo en 12-IV-1611 por D. Rodrigo Pereyra de Castro, caballero de Santiago, y su esposa Dª Ana de Abreu Acevedo, en nombre de su hijo D. Pedro de Acevedo, casado con Dª Juana de Sotomayor (hija y heredera del capitán D. Antonio Mosquera Puga Sandoval, señor de Ramiranes al que sucedió su hija Dª Escolástica, casada con D. Antonio de Acevedo Troncoso; en 1757 vivía en Porriño D. Luis Antonio de Acevedo, señor de Ramiranes. Entroncaron en Galicia con familias muy distinguidas, como la de los ABRALDES, OCA, YEBRA, CADÓRNIGA, PATINO, ARIAS DE SAAVEDRA, TABOADA, RIBADENEIRA, BERMUDEZ, etc. Dª Carmen Varela Bermúdez (hija de D. José Varela Bermúdez y de Dª Socorro Bermúdez de Acevedo) recibió de S. M. D. Alfonso XII, en 1876, el Título de condesa de Ramiranes, siendo su esposo, su pariente D. José Bermúdez de la Fuente. Su primogénito, Don Alfonso, en 1930, a la muerte de su madre, solicitó el mismo Título; fue víctima de los revolucionarios marxistas; era conde de Ramiranes, maestrante de Ronda con antigüedad de 1902 y mayordomo de semana de Don Alfonso XIII desde enero de 1906. Su hermano Don José Ml. Bermúdez Varela poseía el Título de IV conde de Ramiranes; era III conde de Castelo; estaba casado con Doña María del Consuelo González-Álvarez y Álvarez; era caballero maestrante de Ronda desde 1902 e infanzón de Illescas desde 1927. Falleció recientemente. El Catálogo de Basanta cita a Don Alonso de Acevedo y Don Domingo de Acevedo, de Paradela, en 1557; Don Juan de Acevedo, de Tuy, en el año 1551; Don Vicente Cayetano Acevedo, de San Salvador de Viones (municipio de Abegondo, provincia de La Coruña), en 1802; todos los cuales hicieron informaciones de nobleza en la Real Chancillería de Valladolid. Se extendieron por Portugal, Salamanca, Andalucía, Asturias, Vascongadas, etc., y por toda América. Línea de los Condes de Monterrey ARNALDO DE BAYÁN, gascón, dícese que vino a España por los años de 983, y levantó casa en Galicia, en el coto de Acevedo, en la raya orensana de Portugal, como a una legua de Villar de Frades; tuvo por hijo a GOSINDO ARNÁLDEZ, que sirvió a Don Fernando, el Grande, y tuvo por hijo a EGAS GOSINDO BAYÁN, que casó con Doña Ebescua Biegas y tuvo un hijo que pasó a Portugal, radicándose en el lugar de Acevedo y tomando este nombre por apellido; había casado con Doña Sancha Pérez y tuvo dos hijos: Men (o Melendo) Pérez de Acevedo y Fernán Pérez de Acevedo. De este segundo, que pasó a servir en España a Don Alfonso VI y asistió a la conquista de Toledo, proceden muchos caballeros de este linaje de Acevedo en Castilla. Su hermano Men Pérez de Acevedo fue tronco de los de Portugal, siendo su descendiente PEDRO MÉNDEZ ACEVEDO, privado de Don Alfonso III de Portugal, que se halló en la conquista de Sevilla con San Fernando; casó con Doña Velasquita Ruiz y tuvo por hijo a SUERO PÉREZ DE ACEVEDO, que vino de embajador a Castilla y tuvo por hijo a PÁEZ SUÁREZ DE ACEVEDO, padre de VASCO PÉREZ DE ACEVEDO. Tercer nieto de éste fue DON DIEGO GONZÁLEZ DE ACEVEDO, que pasó a Castilla y tuvo por hijo a DON JUAN GONZÁLEZ DE ACEVEDO, del Consejo de los reyes Don Enrique III y Don Juan II de Castilla; casó con Doña Aldonza Díaz Maldonado (su sepulcro existe en San Francisco de Salamanca), y tuvo por hijo a DON DIEGO GONZÁLEZ DE ACEVEDO, contador del reino de Castilla, que luchó al lado de Don Juan II y Don Enrique IV de Castilla contra los moros; casó con Doña Catalina de Fonseca y tuvo por hijo a 1. Don Juan González de Fonseca, que sigue la línea 2. Don Alonso de Acevedo y Fonseca. 3. Don Luis de Acevedo y Fonseca. 4. Doña Aldonza de Acevedo y Fonseca. 5. Doña María de Acevedo y Fonseca. DON JUAN GONZÁLEZ DE FONSECA, falleció sin sucesión, sucediéndole en el mayorazgo su hermano DON ALONSO DE ACEVEDO Y FONSECA, arzosbispo de Santiago y patriarca de Alejandría (V. FONSECA), quien tuvo de Doña María de Ulloa a Don Diego de Fonseca, que sigue la línea y al arzobispo de Santiago y de Toledo, Don Alonso de Acevedo Fonseca y Ulloa (III arzobispo Fonseca). Sucedióle en el mayorazgo DON DIEGO DE ACEVEDO FONSECA Y ULLOA, señor de Cambados, que casó con Doña Francisca de Zúñiga Ulloa y Biedma, II condesa de Monterrey, y tuvo por hijo a DON ALONSO DE ACEVEDO Y ZÚÑIGA, III conde de Monterrey, señor de los estados de Biedma y Ulloa, de la casa de Ribera y demás mayorazgos de Acevedo Fonseca; fue pertiguero mayor de Santiago, servidor de Don Carlos V; casó con Doña María de Pimentel (hija de Don Alonso Pimentel, V conde de Benavente y de Doña Inés Mendoza; V. PIMENTEL); fue adelantado de Cazorla y luchó en Viena, contra Solimán; fueron vecinos de Salamanca; tuvieron por hijo a Don Diego, caballero de Santiago en 1545, y a DON JERÓNIMO DE ACEVEDO Y ZÚÑIGA, IV conde de Monterrey, que casó con Doña Inés de Velasco (hija de Don Juan Velasco y Tovar, marqués de Berlanga y de Doña Juana Enríquez de Ribera); tuvieron por hijo a DON GASPAR DE ACEVEDO Y ZÚÑIGA (o DE ZÚÑIGA ACEVEDO Y FONSECA), V conde de Monterrey, virrey y capitán general de Méjico, donde dejó tan grato recuerdo y una extensa región con el nombre de su condado virrey de Perú, al que nos hemos referido más arriba, y donde falleció; tuvieron por hijo a DON MANUEL DE ACEVEDO Y ZÚÑIGA, VI conde de Monterrey, que falleció sin descendencia y de quien nos hemos ocupado anteriormente. El condado de Monterrey pasó a los Zúñiga, luego a MÉNDEZ DE HARO y después a los ÁLVAREZ de TOLEDO, habiendo sido el XVI conde el recientemente fallecido Duque de Alba. Línea de los Condes de Fuentes de Valdepero DON ALONSO DE ACEVEDO FONSECA Y ULLOA (III de los Fonsecas), tuvo de Doña Juana de Pimentel a DON DIEGO DE ACEVEDO FONSECA, señor de la villa de Fuentes de Valdepero y de algunos lugares del arzobispado de Santiago; fue válido de Don Felipe II, con quien pasó a Inglaterra; casó con su prima, Doña Elvira de Acevedo y fue enterrado en Salamanca, dejando por hija a DOÑA JUANA DE ACEVEDO Y FONSECA, a la que Don Felipe II concedió en 1572 el condado de Fuentes de Valdepero; fue señora de Cambados y casó con Don Pedro Enríquez de Guzmán, llamado de Acevedo, capitán general de Flandes y de Portugal, gobernador del estado de Milán, del Consejo de Estado, comendador de los Santos, en la Orden de Santiago. De sus dos esposos no tuvo sucesión esta señora, por lo que sus señoríos pasaron a los conde de Monterrey, y últimamente a sus sucesores, los duques de Alba. Los de la Casa de Ramiranes (ayuntamiento del partido judicial de Celanova) y entronque con los Duques de Patiño DON PEDRO VÁZQUEZ ACEVEDO, casó con Doña Luisa Rodríguez de Castro; fueron vecinos de la ciudad de Tuy, donde pasaron ante el escribano Andrés Ferreiro, en 15-VI-1622, la escritura de fundación de vínculo y mayorazgo en favor de su hijo DON PEDRO ACEVEDO Y ULLOA (o Acebedo y Troncoso de Lira), señor de Castrelo Vello, Viladoadro y Torre Budiño; casó con Doña Juana Mosquera Sotomayor, Señora de Ramiranes, así como de los cotos de Cobas y Godanes (hija de Don Antonio Mosquera Sandoval y de Doña Beatriz Suárez de Rivera: V. ENRÍQUEZ, Casa de Ramiranes). Ambos esposos fundaron mayorazgo de todos sus bienes en favor de su hija Dª ESCOLÁSTICA MOSQUERA ACEVEDO SOTOMAYOR, la cual contrajo matrimonio con su pariente, D. Antonio de Acebedo y Lira (hijo de D. Rodrigo de Castro Pereira, y de Dª Ana de Abreu, vecinos del Porriño, los cuales fundaron vínculo y mayorazgo de tercio y quinto en favor de su hijo, pasando la escritura ante Gaspar de la Carrera, el 11-VI-1656), después de obtenida la dispensa de parentesco, en 30-VI-1617; tuvo por hijos a D. LUIS DE ACEBEDO Y LIRA (o Acebedo y Abraldes), el cual casó con Dª Antonia Jacinta Rivera Sotomayor, señora de la jurisdicción de Preguecido y su casatorre, así como del mayorazgo fundado por el canónigo de Santiago, D. Gómez de Villardefrancos, en 1538. Era Dª Antonia Jacinta hija del capitán de Caballos, D. Baltasar Álvarez de Rivera y Sotomayor, y de su esposa, Dª Francisca Ibáñez de Carbajal y Sarmiento de Sotomayor; tuvo por hijos a D. JOSÉ FRANCISCO DE ACEBEDO Y RIVERA, coronel de Milicias de la casa de Santiago, en sucesión de su padre, el cual había desempeñado el mismo cargo; casó con Dª Melchora Abraldes y Vega (hija de D. Juan Abraldes y de Dª María Teresa de Vega Portocarrero: V. ABRALDES; los de la Casa de Santiago y señores de Guimarans). Dª Melchora fue hermana de D. Juan Antonio Abraldes de Mendoza, señor de Guimarans, en cuya casa falleció en 1782. D. José y Dª Melchora fueron padres de 1. Dª Baltasara Acebedo y Abraldes, quien casó con D. Antonio Correa. 2. Dª María, quien casó con D. José Pereira de Castro (Lisboa). 3. D. Antonio Luis Acevedo y Abraldes, quien sigue la línea. D. ANTONIO LUIS DE ACEBEDO Y ABRALDES, nacido en Sta. María de Arrabaldo, cerca de la ciudad de Orense; fue señor de Ramiranes, Cobas, Godanes y otras jurisdicciones; coronel de Milicias de la ciudad; de Tuy; casó con Dª María Ana Francisca Yebra Oca Pimentel, natural de San Pedro de Láncara (hija de D. Isidro de Yebra y de Dª María Yebra Oca Pimentel: V. ENRÍQUEZ. Casa de Veiga de Camba); y tuvo por hijos a 1. D. Ramón de Acebedo Yebra y Oca, quien sigue la línea 2. D. Pedro José de Acebedo y Yebra, teniente de navío de la Armada, nacido en San Pedro de Láncara, en 1759. 3. Dª María de Acebedo y Yebra, la cual casó con D. Juan Antonio Patiño. IV duque de Patiño, empadronado como noble en Pontevedra, 1754, capitán de nobles de las compañías de Tuy; hijo de Nicolás Patiño, III duque de Patiño, y de Dª Francisca de la Chica Sandoval y Rojas, ambos naturales de la ciudad de Córdoba; nieto de D. Juan Antonio de Patiño y Lamas, II duque de Patino, y de Dª Juana de Sequeiros, sobrina del II Conde de Priegue; bisnieto de D. Baltasar Patiño Saavedra y Moscoso, dueño de las casas solares del Rebel, del Faro (por lo que también se les llamó duques de Faro), de Asentín, de Cadaval y otras en Galicia y en Portugal; de la casa de Zepedal, con su fuerte. Según el ms. de O-C., recibió de D. Felipe V el título de duque de Faro en 1710, y falleció en 1715: es también llamado el I duque de Patiño (Nápoles, 1713), fue señor del Pazo de Villalonga, llamado del Rebel, y sus sucesores poseyeron también los de Baludío, Sangenjo, etc.: (V. PATIÑO, línea de los Duques de Faro, o de Patiño). Fueron padres de Dª María de Acebedo y D. Juan Antonio Patiño, de D. Juan de Dios Patiño y Acebedo, nacido en la villa del Porriño, 1778, y guardia marina en 1796. 4. Dª Pelaya, quien casó con D. Juan Somoza Cadórniga. 5. Dª Luisa, quien casó con D. Lope de Silva Vasconcellos, en Portugal. D. RAMÓN DE ACEBEDO YEBRA Y OCA, nacido en Sta. María de Arrabaldo, y fue señor de Ramiranes y demás jurisdicciones heredadas de su mayores, habiendo desempeñado el cargo de coronel provincial de Santiago; casó con Dª María Jerónima Bermúdez Ribadeneira (hija de D. José María Bermúdez Pardiñas y Villardefrancos, y de Dª María Jerónima Ribadeneira Bolaños y Castro: V. BERMÚDEZ, Casa de Mandiaa); tuvo por hijos a Dª MARIA DEL CARMEN ACEBEDO BERMÚDEZ, la cual matrimonió con su tío D. Pedro Bermúdez de Ribadeneira, maestrante de Ronda, alguacil mayor del Santo Oficio en Santiago de Compostela; señor jurisdiccional de Pardiñas y Villardefrancos, de Jubia con su puerto y las salinas de Caranza, señor de Santa Cecilia de Trasancos y su casa del Monte, del pazo de Soelle en la feligresía de Santa Eugenia de Mandiaa (cerca de Ferrol, e inmediata a la de San Salvador de Serantes), de Otero de Lamas, de Cedeira, et. (V. BERMÚDEZ DE CASTRO, Casa de Mandiaa, donde se hallar la continuación de este linaje. Un Acevedo desconocido: El Marqués de Monteleó y sus sucesores Un ilustre diplomático español, unido a Galicia por diversas circunstancias, así como por sus apellidos, exige que le recordemos, y aún le demos a conocer a la mayoría de los lectores de esta obra: D. ISIDRO ACEVEDO CASADO DE ROSALES, I Marqués de Monteleón. Sabíase que los Marqueses de Monteleón habían tenido su casa blasonada en la Rúa Nova, o Rúa Alta, de la villa de Pontevedra, donde subsiste todavía. Por su apellido de Acevedo entroncaba con los Patiño (como se puede ver por la genealogía anterior); los Casado fueron buenos hidalgos que dejaron huella en tierras de Bayona y del Valle Miñor; conocemos líneas enteras de Rosales, con escudos, enterramiento y casa en Santa Cristina de Lavadores, como tendremos ocasión de ver; pero del famoso diplomático que nos ocupa no era fácil hallar vestigios, ni siquiera en los curiosos Documentos... para la Historia de Pontevedra, donde recobran nueva vida tantas antiguallas. Solamente se habla allí de la Marquesa de Monteleón, en varios sitios, Dª Mª Manuela Puga y Gago, bautizada en 11-I-1724 (hija de D. Lorenzo de Puga y Gago, bautizada en 29-VIII-1688, y de Dª Josefa de Soto Hermida; V. GAGO), la cual, teniendo en cuenta la cronología, tuvo que ser la esposa del I Marqués de Monteleón. Esta señora recibió una donación que sus padres le hicieron en Marin (22-V11-1754), y sostuvo un pleito famoso con Dª María Ignacia de Gago, parte del cual es el Memorial ajustado... del pleito... entre Dª María Manuela de Puga y Gago, Marquesa viuda de Monteleón... y Dª María Ignacia de Gago (impreso en 1770, cuando aún vivía su marido). Fue en el magnífico diccionario de Moreri, y en uno de sus apéndices, donde tropezamos en CAZADO DE ACEVEDO DE ROSALES (sic), con datos curiosos sobre este ilustre personaje. Dícese que se trata del Marqués de Monteleón, ministro de Estado en España, que en 1701 había sido enviado de Felipe V al Duque de Mantua, el cual a la sazón se encontraba en Venecia. Supo ganarse la estima de este Duque, al que alentó a tomar partido por Felipe V; y que reconocido éste a sus servicios, asignó a D. Isidro una pensión de 3.000 escudos, creándole a su regreso Marqués de Monteleón, vizconde de Alcázar-Real, miembro del gran Consejo de Indias y chambelán. Fue después en calidad de ministro a Génova, y en 1712, en calidad de segundo plenipotenciario, al congreso de Utrecht, donde firmó la paz con Inglaterra, Holanda, Portugal y Savoya. En 1713 partió para Inglaterra como embajador de España, permaneció allí hasta 1720, en que salió para La Haya, para desempeñar el mismo cargo. En 1726 aparece nombrado plenipotenciario en Italia, de parte del Rey de España. Falleció en Venecia, el 1-XI-1733 (donde se hallaba como embajador). Nos son conocidos los nombres de sus hijos: Antonio, que en 1721 raptó una hija del conde danés de Guldenstein, y de Francisco, que casó en 1726 con la hija mayor del Marqués de Campo Florido. Todo ello sumamente interesante, y que nos da el hilo para comprender porqué en la villa de Pontevedra aparece algún escudo de los de Campo Florido, como el que bajo el número 2.348 figura en la Sección Lapidar del Museo Arqueológico. Todas estas noticias hallaron subsiguiente confirmación al caer en nuestras manos, por fina delicadeza de su autor, D. Eugenio Sarrablo Aguaneles, el magnífico libro dedicado a estudiar otra gran figura de la diplomacia española: El Conde de Fuenclara, Sevilla, 1955. Véase lo que dice en la página 92: "Por entonces (1733) murió en Venecia el que era a la sazón Embajador allí de España, Marqués de Monteleón, que había sido antes Ministro en Génova, en Londres, en La Haya, y plenipotenciario para tratar la paz, en nombre de España, en diversas ocasiones. Era un primo de los Patiño, por parte de madre, milanés como ellos y se llamaba Isidro Casado de Rosales. Por haber convencido al último Duque de Mantua de que admitiera guarnición francesa, fue creado, por Felipe V, Marqués de Monteleón, vizconde de Alcázar-Real, miembro del Consejo de Indias y gentilhombre de Cámara para premiar los servicios que prestó a la causa franco-española, y gratificado, además, con una pensión de 3.000 escudos (1701). Dejó fama de ser un hombre encantador, de exterior y agradable y de maneras muy abiertas y amables". Como se ve son las noticias de Moreri, pero con una cita de la Revue d' Histoire Diplomatique, 1953, página 366, donde Paul Canestrier nos habla, en una nota, del carácter y aptitudes diplomáticas de este personaje, en el artículo titulado: Les intrigues diplomatiques autour du second mariage du dernier Duc. de Mantoue texto primero pertenece a una carta de M. de Cambiages, del 7-IV-1704, y dice así: "Espagnol, titulaire de Castille, établi a Milan pour une charge de vice-président des Indes, il a lquote extérieur si agréable et des manieres si ouvertes, si aimables, que jeánquote ai guere passé du temps avec plus de plaisir que je nquote ai fait avec lui... il gouberne le duc de Mantoue. Cquote est lquote Espagnol le plus Franqais ququote on saurait voir..." .Despréndese de aquí que, no tanto era de Milán, cuanto que desempeñaba en Milán un cargo importante, además de otras cosas, que confirma a su vez el Mariscal Tessé, citado en la misma nota, en una carta del 28-IV-1704: "C est un veritable et vertueux espagnol, Lequel a joint aux bonnes qualités des honnetes gens de sa nation, toute lquote industrie, le savoir faire et la pénétration dquote un Italien" . Los nombres de los hijos del primer Marqués de Monteleón son los dados por Moreri. Cuando el Conde de Fuenclara sucedió en la embajada de Venecia a D. Isidro Acevedo Casado de Rosales, escribía a Patiño el 8-IV-1735, pidiéndole se protegiera a D. Francisco Casado, hijo del Marqués de Monteleón, en el pleito que sostenía con la Marquesa de Campoflorido. D. Francisco hallábase casado, desde 1726, con la hija de los marqueses de este nombre. Puesto que Dª María Puga y Gago es llamada repetidas veces marquesa de Monteleón, y como tal aparece como hermana de la Venerable Orden Tercera de San Francisco, de Pontevedra, en 1723 (Documentos, Tomo II, página 724), así como en otras ocasiones; y como quiera que D. Isidro no fallece hasta el año de 1733, hay que concluir que ella fue la esposa de este insigne diplomático, cuyo título dejó huella hasta el día de hoy en la población pontevedresa. El otorgamiento del mismo se llevó a cabo por Real Derecho de 24-XII-1701. En la lista, incompleta, de pontevedreses ilustres que Celso García de la Riega coloca al fin de su obra La Gallega, Nave capitana de Colón (Pontevedra, 1897) nos da el nombre de D. PEDRO CASADO Y DE ROSALES, como II Marqués de Monteleón e hijo de Pontevedra. Y efectivamente, así sucedió, aunque este nombre no aparezca citado en los documentos mencionados anteriormente Por hallazgos curiosos que hemos tenido la fortuna de encontrar en el Archivo General de Simancas, se confirma la noticia plenamente, y podremos agregar curiosas noticias a este breve estudio de una familia de la que hasta el presente hablaban los eruditos, pero sin conocer pormenores algunos acerca de ella. El Título de marqués de Monteleón, concedido por Real Decreto de 11-VI-1701, y cuyo Real Derecho hemos dicho que fue otorgado el 24 de diciembre del mismo año (Simancas, D. G. T., Legajo 726, folio 27) debía contribuir al Real Servicio de Lanzas con 3.600 reales de vellón al año "que valen 122.400 maravedises para el sueldo de cinco soldados de Presidio... y corresponden a 20 Lanzas o Ginetes, con que, estaba obligado cada título en ocasiones de guerra". Como la Hacienda debía al I Marqués, y por consiguiente a sus sucesores, con una gruesa suma, originada de la pensión citada de 3.000 ducados otorgada al I Marqués, como queda dicho, de ahí que se llevasen a efecto averiguaciones por la Dirección General de Tesoro sobre el paradero y condición económica de los marqueses de Monteleón; todo lo cual nos suministra ahora las noticias que buscábamos a cerca de esta familia. En septiembre de 1744, el Marqués de Monteleón vivía en el puerto Marín (Simancas, L. G. T., Leg. 871, folio 12). Se pide al alcalde mayor de Pontevedra que informe reservadamente de las rentas que posee el Marqués de Monteleón, D. Pedro Casado. Este debía por entonces, por razón del servicio de lanzas y de la media annata, la gruesa suma de 4.860,990 maravedises. Se le llama hijo de D. Isidro Casado. Residía en Marín, "habrá cosa de un año"). En el informe secreto de D. Pablo Quirós Miranda, dícese que "después que vino de la Corte hasta el tiempo que dejó dicho..., en ninguno de estos dos parajes, ni en otro del reino, sé que tenga bienes ni rentas; sólo sí en el arrabal de esta villa (Pontevedra) al que se le da nombre de la Moureira y Calle de La Rúa Nueva, mandó fabricar una casa con su huerta, en territorio de D. Fernando Evaristo Tavares y Mendoza, y por reconocimiento de dominio, le paga en cada un año sesenta reales de vellón. Este caballero se ve muy faltoso de medios, pues para mantenerse se deshizo ya de cuantas alhajas tenía, pues le faltan los socorros que le venían de Génova y Venecia, los que le dirigía, según noticias, un hermano que tenía en esa Corte, consejero de Indias, el que según las mismas noticias se falleció. Tienen una hermana en Génova, y acaso se haría señora de todo el caudal, del que cuidaba el conde de San Sarí, esto mejor se sabrá ahí...". Este informe lleva fecha del 15-XI-1744. El hermano aludido es D. Francisco. La madre de D. Pedro, Dª María Manuela Puga y Gago, era pariente muy próximo de los Tavares, Mendoza, pontevedreses (V. GAGO), con lo que se explica la erección de la casa de la Moureira, todavía subsistente, a la que alude la relación anterior. Y el Título de marqués de Monteleón había recaído en D. Pedro en 1734, al fallecer su padre en Venecia. D. Francisco, su hermano, fue, efectivamente, consejero de Indias, y agrega un documento "el que no parece fue título, por haber recaído éste en su hermano mayor, que se dice estar en La Coruña". D Francisco, falleció el 21-VII-1744. Tenemos, pues, que D. Pedro se estableció primero en Coruña y más tarde en Pontevedra. Cerca de Marín, en la feligresía de Piñeiro, poseían los familiares de su madre varias casas (V. GAGO) . Una carta curiosísima conservada en el archivo de Simancas, que escribió Don Pedro Casado a Don Pedro Díaz de Mendoza, desde Pontevedra, con fecha del 14-IX-1744, nos revela multitud de pormenores sobre esta desgraciada familia. La pondremos casi íntegra, corrigiendo la anárquica ortografía de su autor. Afirma que desde el año 1727 se hallaba desterrado en este reino (de Galicia) por orden y derecho de Su Majestad, pero no explica los motivos. En el año de diez me embarqué para la Nueva España, con el empleo de capitán de Guardias del virrey, Duque de Linares; y después, el año veintidós, me restituí a la de Londres, a donde se hallaba mi padre por embajador de Su Majestad; y en el año veintitrés pasó a Holanda, en compañía de mi padre, y en dicho año me remitió mi padre a España, con recluta de 170 hombres, cuya gente era para las Reales Guardias Valonas de Su Majestad; y la entregó‚ al Excelentísimo Señor. Almendares, comandante que se hallaba de las Armas de Su Majestad. en San Sebastián; de que siempre me halló fuera de la potestad paterna de mi padre; de cuya razón, y de la que Vuestra Señoría. desea, que justifique las sucesiones que hubiese habido en este Título, menos podrá‚ dar a Vuestra Señoría. las circunstancias que tuviese la cédula; porque en mi poder no paran papeles algunos, ni de caudales que hubiese dejado mi padre al tiempo de su fallecimiento; ni menos testamento, por haber muerto repentinamente, sin haber dejado algunas disposiciones por algún papel; y, hechas varias diligencias en las de Venecia, adonde residía por embajador de Su Majestad ni por el secretario suyo, sólo se me previno por mi hermano difunto, que me escribió, no había que esperar cosa alguna de mi padre; y que si se hallaba alguna cortedad de plata labrada, alhajas de casa, y pinturas de poco precio... pertenecía todo a la difunta de nuestra madre, y que todo ello podía mi padre usufructuar en los días de su vida y que constaba el crédito, que alcanzaba contra Su Majestad de los sueldos y gastos extraordinarios de cuarenta y ocho mil doblones; extendiéndose que anualmente Su Majestad en el tiempo de la renuncia le señaló anualmente veinticuatro mil pesos anuales durante su vida, los cuales pudiese comer adonde gustase; y que si quisiese proseguir en el real servicio de su corona, no solamente se le debían pagar los dichos veinticuatro mil pesos, como así gesto todos los gastos extraordinarios que se ofreciesen en expediciones concernientes al real servicio de Su Majestad; y que ésta era la herencia que había dejado nuestro padre a tres varones que éramos, y mi persona es el primer hijo; el segundo, Don José Francisco, que pocos días hace se halla difunto; y Don Antonio, que hacen cuatro años se hallaba difunto; y una hermana, que vive en Milán. " Señor: con este aviso, que mi hermano me dio desde aquella Venecia, puse luego la demanda ante el Excelentísimo Señor. Don José Patiño, mi Tío, viese el modo de poner en mano de Su Majestad. el memorial, para que la piedad de Su Majestad, mandase cubrir dicho crédito; se me respondió que Su Majestad. se hallaba hoy en día imposibilitado, que su Real Hacienda (no) podía sufrir este débito tan crecido, hasta que pudiesen pagar por entero, y que quedaba a su cargo fuese satisfecha dicha cantidad; y con esto me vi obligado, con el consentimiento de mis dos hermanos, a vender la poca plata, muebles, y demás cosas que tuviesen algún valor, para pagar las deudas a diferentes acreedores, sólo con la esperanza de este buen pago; y hasta ahora no se han dado las providencias de la satisfacción de este crédito que, de haberse efectuado, no hubiera yo dado lugar a Vuestra Señoría. la molestia de hacerme el cargo de los cinco cuentos, cuatro cientos ochenta y seis mil novecientos y noventa maravedises... Le aseguro a Vuestra Señoría. que lo poco que me ha quedado de mi padre... son tan cortos mis alimentos, que sabe Dios cómo lo paso; y si tuviese efecto, no me hubiera mantenido en este reino como hasta aquí, y me hubiera pasado a mi tierra, a la Lombardía, Además, señor, yo no soy señor de vasallajes, ni tengo mayorazgo alguno, ni palmo de tierra en que poder labrar, ni mi padre me dejó caudales para fundar mayorazgo; bien sí gastó, disipó cuanto nuestra madre nos dejó, en el real servicio de Vuestra Majestad como es público y notorio en toda Europa; lo mismo en otra ocasión quedó Vuestra Señoría informado por Don Juan García San Román, y por carta mía, escrita al subdelegado de Vuestra Señoría en este reino, lo que llevo referido. "Vuestra Señoría perdone lo dilatado que soy, y mándeme en cosas de su agrado. Nuestro Señor me lo guarde a Vuestra Señoría los muchos años. Pontevedra, septiembre, 12, de 1744, años". La exposición de las razones del II marqués de Monteleón debieron ser tenidas en cuenta por cierto tiempo, del Archivo de Simancas, se dice lo que adeudaba, pero agregando para cuyo pago está manado, en virtud de Real Orden, que se descuenten de un crédito que le pertenece contra la Real Hacienda. Por otro documento del mismo archivo, conocemos que DON JOSE MELCHOR CASADO DE VELASCO, III marqués de Monteleón, fue también el último que disfrutó de este Título. Llamábasele así por 18-IV-1796, agregando que residía en la villa de Muros. Pide se le exima de pagar los 28.800 reales de vellón que debía por razón de Lanzas atrasadas, y en atención a los méritos de sus ascendientes, así como por la extrema indigencia en que se hallaba; y en caso de que no se le conceda dicha gracia, renuncia el expresado Título para que se recoja y cancele. Y en efecto, agregan los papeles de Simancas, "por Real Orden comunicada en 13 de junio de 1796, se mandó recoger y cancelar este Título, a solicitud de su poseedor, Don Melchor Casado de Velasco" . Del mismo se afirma que era nieto de Don Isidro, I marqués de Monteleón; hijo de Don Pedro; pero no se da el nombre de su madre. Los Acevedo de Vigo Los Acevedo de Vigo, con casas en la calle Imperial y en lugar de Coya, descendían de un portugués llamado SAN JUAN DE ACEVEDO, que vivía en Tuy en la primera mitad del siglo XVI, bachiller, según Basanta, y es el que figura ganando carta ejecutoria de nobleza por la Real Chancillería de Valladolid en 1551. Pasó a Vigo y casó con Doña María Colwell Sanjurjo, tuvieron por hijo a DON DIEGO DE ACEVEDO Y COLWELL, que casó con la viguesa, Doña Elvira Prego Méndez de Sotomayor y tuvieron por hijo a DON JUAN DE ACEVEDO, que casó en 1643 con Doña María Colwell Troncoso de Lira y tuvieron por hijo a DON DIEGO ACEVEDO, que casó con Doña Juana Pardo de Estrada y tuvieron por hijo a DON JACINTO DE ACEVEDO, que casó con la dama asturiana Doña Josefa Navia y tuvieron por hijo a DON MANUEL JACINTO ACEVEDO Y NAVIA, bautizado en la Colegiata de Vigo en 1710; se dio a la carrera de las armas, mandó el regimiento provincial de Pontevedra por 1746 y fue comandante general de la provincia de Tuy; ascendió a brigadier y a mariscal de campo en 1770 y falleció en Asturias en 1783; casó en Asturias con Doña María Josefa Pola Navia de San Joaquín, en 1759, y tuvieron por hijo a 1. DON VICENTE DE ACEVEDO Y POLA, militar que llegó a teniente general, en cuyo cargo luchó con las tropas napoleónicas en la batalla de Espinosa de los Monteros, donde fue herido y luego muerto. Tuvo por ayudante al tristemente célebre Riego. 2. Don José María Acevedo y Pola, el famoso Padre Cadete (cuya vida escribió el carmelita Padre Dámaso de la Presentación), fue bautizado en la Colegiata de Vigo en 1763; tuvo por padrino al Padre Isla: dejó el uniforme militar por el hábito de carmelita y se santificó en las batuecas, donde llevó una vida admirable de austeridades y contemplación. 3. Don Manuel María de Acevedo y Pola, bautizado en la Colegiata viguesa el 19-I-1769; estudió leyes en Oviedo, trabajando primero con el Conde de Campomanes y luego en el bufete del célebre Jovellanos; unas veces desterrado y otras jefe político en Asturias, emigró al exterior, volviendo en 1833 a España, donde fue procurador en Cortes, diputado en 1836 por la provincia de Pontevedra, senador por la de Oviedo, etc.; falleció en 1840. El escudo de los Acevedo de Vigo lo describe así el señor Espinosa Rodríguez: Escudo cuartelado en cruz y en él figura un águila sin corona explayada que mira a la diestra sosteniendo en cada una de sus patas una varilla en cuya mitad hay una figura circular, que son las armas de los Acevedos". La piedra de Armas que reproduce este autor tiene, además, las Armas de los SOTOMAYOR Y TRONCOSO, con las de Acevedo en el escusón. En Colombia Juan Flórez de Ocáriz cita, entre la gente que entró en tierras colombianas con el gobernador, Jerónimo de Lobrón, en el año de 1541, a Francisco Álvarez de Acevedo y a Fernando Álvarez de Acevedo, éste el primero que trajo de la isla de la Margarita, por tierra de Llanos, el primer ganado vacuno que entró en el Nuevo Reino de Granada. Según la Enciclopedia de Carraffa los Acevedo de Aragón descendían de Galicia. De la misma procedencia sospechamos que sería aquel DON BERNARDO DE PEÑALOSA ACEVEDO, nacido en Molina de Aragón, en el obispado de Simancas, que pasó a Indias en 1555 y sirvió al rey en las provincias de Trujillo, Mérida y Pamplona; tuvieron por hijo a DOÑA ELVIRA PEÑALOSA DE ACEVEDO RANGEL, que casó con Don Francisco Gómez de Orozco y Rojas, encomendero de Cáchira (j. de Vélez, en el nuevo Reino de Granada), por herencia de su abuelo, el conquistador, Don Pedro Gómez de Orozco.

Armas de los Acevedo: Terciado en faja: 1.º, de azur, con tres flores de lis de oro, en triángulo; 2.º, de oro, con cinco roeles de gules, en sotuer, y 3.º, de gules, con un lobo pasante de su color. La línea de Vizcaya y los marqueses de Monterrey: Cuartelado: 1.º y 4.º, de oro, con un acebo de sinople, y 2.º y 3.º, de plata, con un lobo pasante de gules. Bordura general de gules con ocho sotueres de oro. Este mismo escudo aparece en piedra en varios lugares de Trasmiera. Sin la bordura nos lo presenta L. de Barreda y Mena, en su obra Blasones y Linajes Montañeses. Algunos de Orense (pues otros como los de Verin, traían el árbol y el lebrel): Cuartelado: Primero, de oro, con un águila de sable; Segundo y Tercero de azur, con cinco estrellas de plata; y Cuarto, de sinople, con un creciente de plata, ranversado; bordura de gules con ocho sotueres de oro. Los de Méjico las mismas Armas que estos últimos de Orense. Según Cotarelo: En campo de oro, un acebo de sinople, y dos lobos de sable, pasantes, al pie del tronco. Figuras importantes de este linaje fueron varios de los condes de Monterrey y los arzobispos FONSECA, que se hallarán al hablar de este apellido. No podemos pasar en silencio la gallarda y simpática figura de aquel V conde de Monterrey, Don Gaspar de Zúñiga Acevedo Fonseca, uno de los mejores virreyes que España mandó a tierras de Méjico y del Perú, a quien los indios mejicanos acompañaban llorando cuando se trasladó a este último país. Hombre de honradez acrisolada, gobernó, desde Lima toda la América del Sur española desde 1595 a 1603, invirtiendo en limosnas sus cuantiosas rentas. Comisionó a Francisco de Alfaro para que hiciese dar cumplimiento a las órdenes que eximían a los indios de todo servicio personal; favoreció las empresas de Fernández de Quirós para llevar a buen término nuevos descubrimientos; envió gruesas sumas a España y, sobre su sepulcro, en la iglesia franciscana de Lima, mandó que grabasen aquella inscripción, que es un compendio de su honestidad inmaculada en el manejo de los negocios públicos MALO MORIQUAM FOEDAR.: PREFIERO LA MUERTE ANTES QUE MANCHARME. También Don Manuel de Acevedo y Zúñiga, VI conde de Monterrey, cuñado del Conde-duque de Olivares, se vio por esta circunstancia elevado a muy importantes cargos. aunque su capacidad como hacendista y como militar distaban mucho de lo que fuera de desear en los días decadentes para España en que le tocó vivir, grande de España en 1628; gentil hombre de cámara de Felipe IV y su embajador en Roma; presidente del Consejo de Italia; virrey de Nápoles en 1631, facilitó hombres y pertrechos al Marqués de Santa Cruz para las infortunadas acciones en el Sur de Francia, que las tempestades impidieron; general de la guerra con Portugal en 1641, no fue bien recibido por algunos capitanes, que conocían su carencia de dotes militares; cuando en 1643 cayó el de Olivares, se retiró también de la vida pública. Los de Méjico traen: Cuartelado en cruz, 1º de azur, cinco estrellas de plata puestas en sotuer; 2º de sinople, un creciente de plata ranversado; 3º de oro, un águila de sable; y 4º de plata, un león rampante de gules.

ABADÍA

Dicen algunos autores que este noble linaje procede de Italia y que fue su fundador en España Pedro de Abadía, que, en tiempos del Rey don Jaime el Conquistador, vino del citado país a nuestra patria para asistir a la conquista de Valencia. Y corroborando esto dicen algunos autorizados tratadistas que los Abadía proceden de las montañas de Jaca, en Aragón, donde eran muy nobles infanzones, y que el linaje es tan antiguo que algunos de ellos se hallaron con D. Pelayo en Covadonga. Esos Abadía tuvieron también solar en Daroca y en Calatayud, donde fueron naturales y heredados. Esto, sin embargo, no es exacto, pues el linaje Abadía es anterior en España a los tiempos en que vivió el Rey don Jaime, y, por lo tanto, a la llegada a nuestra patria de ese caballero italiano Pedro Abadía. Así, pues, el caballero Pedro Abadía no fue el fundador del linaje en España. Por el contrario, él procedía de tal linaje, y lo que hizo en España fue fundar la rama de Valencia. Vino, en efecto, de Italia en tiempos del Rey don Jaime el Conquistador para asistir a la conquista de Valencia, y durante este memorable hecho se distinguió mucho por su esfuerzo y valentía. Venció en singular combate a un famoso moro llamado Babut, quedando el Rey don Jaime tan satisfecho de sus servicios, que le hizo merced del lugar de Polop, por cuyo motivo estableció Pedro Abadía casa solar en Valencia, donde dejó descendientes. Ignacio Abadía y Loferlín, bautizado en Zaragoza el 29 de Enero de 1750, Veedor General de la Real Caballería y sus agregados, ingresó en la Orden de Carlos III en 1791. José Abadía y Cebrián, natural de Jatiel (Teruel), clérigo de corona y Prior de la Iglesia Parroquial de Jatiel de la Encomienda de Samper de Calanda, ingresó en la Orden de San Juan de Jerusalén, en 1726. Ganaron proceso de Infanzonía en la Real Audiencia de Aragón: Baltasar de Abadía, Probaron su nobleza en la Sala de Hijosdalgo de la Real Chancillería de Valladolid, en los años que se indican: Francisco de la Abadía, vecino de Viso (Toledo), en 1552; Juan de la Abadía, vecino de Miranda de Ebro (Burgos), en 1593; Lucas y María Teresa Abadía Monviela y Palleta, naturales de Zaragoza, vecinos de Madrid, en 30 de Diciembre de 1730, y Antonio de Abadía Manzanos Gómez y Gordejuela, natural de Miranda de Ebro, en 9 de Mayo de 1778. Probaron su nobleza para ejercer cargos ante el Santo Oficio de la Inquisición de Valencia: Illán Abadía y su mujer Esperanza Esteller y Catalá, natural de Hoyo, en 1625, y Juan Abadía Pucheu Costete y Bordanova, natural de Verdets, y su mujer Mariana Mulet y Tatay, natural de Albalat de Pardinas, en 1761. Gaspar y Juan de la Abadía asistieron entre los Hijosdalgo en las Cortes en el Reino de Aragón, en 1563, Felipe Juan de la Abadía, en las de 1592, y Julián y Domingo de la Abadía, vecinos de Esposa (Huesca), en el maravedí, en 1582.Guillén de Abadía en 1332 fue a Cerdeña a servir al Rey don Alonso IV por los feudos que tenía en las islas. [Arxiu Armoria]. - (**) En 25 de enero de 1239 Catí fue dado a poblar por Blasco de Alagón, a Ramón de Bocona (futuro poblador de Onda), y a cuarenta hombres más, (hecho que fue confirmado por el rey Jaime I, en 1243). Por los nombres de aquellos primeros vecinos se supone que procedían de las tierras de Lérida. La fidelidad era su principal virtud, que se reconoce al conceder a Catí un escudo de armas cuya figura principal es un perro andante, símbolo de la fidelidad activa.
En Aragón: “Son antiguos hijosdalgo naturales del reino de Aragón, donde tienen su casa y solar conocido en las montañas de Jaca, donde salieron al principio de la reconquista valientes para ayudar al rey don García menor de Navarra y a don Pelayo rey de León en Covadonga. Traen por armas un escudo partido en 4 quarteles, en el primer alto derecho, sobre oro, un árbol verde, atravesado al tronco, un lobo negro andante, en el 2º abaxo, sobre verde, una vaca plateada y manchada con su campanilla al cuello, en el quartel alto izquierdo, en campo azul, tres flores de lis de oro, y en el quartel último, sobre verde, 3 cabezas de moros cortadas cueyos de sangre con sus turbantes colorados y nudos de plata, orlado todo el escudo de 14 piezas las 7 de plata y en cada una un león pardo y en las otras 7 sobre colorado, una flor de lis de oro. ” (sic) [J. del Corral].
Catalán. De Tárrega (Lleida). De gules, un losanje de plata cargado de una letra B, de sable. [J. R. VILA, MS] [LL. SARRET] [FR. BOIX, MS]. [FR. DE ALOS].
Valenciano. De sinople, un león, coronado y rampante o alzado de oro. “Pedro Abadia, que vino de Italia y fue heredado en el lugar de Palop.” (sic) [P. MR. RIGALT, MS] (V. Imagen: 1).
Valenciano. De azur, un león rampante de oro. [A. G. CARRAFFA] [J. DE ATIENZA] [J. J. Vilar y Paysala].
Aragonés. Se conocen ramas suyas afincadas en las ciudades de Jaca, Calatayud y Daroca, ramas documentadas desde el siglo XVI. Los de Jaca: Terciado en palo: De plata con un roble de sinople y al pie un lobo pasante también en sinople; más partido en azur con cinco flores de lis en oro dispuestas en sotuer; más terciado de plata con un león rampante en gules. Los Abadía de Calatayud: 1º, de oro con un roble en sinople y un lobo pasante en sable atravesado al pie del árbol; 2º, de azur, cinco flores de lis en oro; 3º, de sinople, una vaca pasante de plata con campanilla al cuello; y un 4º, de oro, tres cabezas de moros con turbantes de gules fileteados en plata; bordura componada de siete piezas de gules y siete de plata. Los Abadía de Daroca : Cuartelado: 1º, y 4º, de azur un castillo de plata y en los cuarteles 2º, y 3º, sobre campo de gules una banda de oro engolada con dos cabezas de dragantes y lampasados de gules. [A.A. G. Garrafa*] [J. de Atienza] [J. Vilar y Paysala][Enc. Aragonesa.
Valenciano. Linaje noble, ubicado en el siglo XIV, en la población de Catí (Castellón). Veros en onda de ..., sobre el todo una faja de ..., cargada de tres estrellas de ocho puntas de ... Labra de los Abadia, debajo del alféizar de la ventana, en su casal de la localidad de Cati.(*) S. XIV. [Arxiu Armoria].

ACOSTA

Discordes andan los autores respecto del origen y primitivo tronco del linaje Acosta o Agosta o Costa o Costilla, que es uno mismo. Muchos afirman que procede de Portugal, y en el Catálogo de la Nobleza Lusitana se dice que viene de un caballero que floreció en el citado reino en tiempos del monarca portugués don Manuel, que ocupó el trono desde el año 1495 hasta el de 1521. Pero, según el testimonio de autorizados tratadistas, el linaje Acosta tiene mucha mayor antigüedad de la indicada, y antes de aparecer en Portugal había aparecido en España en diversos solares y regiones.
La rama de Aragón se extendió por Cataluña, Valencia y las islas Canarias.
Armas de los Acosta: Los de Aragón, Cataluña y Canarias, traen : En campo de oro, una banda de azur, acompañada de tres flores de lis, también de azur : Dos en jefe y una en punta.
Los de la casa solar de las islas Baleares, traen: En campo de gules, seis costillas de plata, puestas en palo, en dos órdenes.

domingo, 6 de noviembre de 2011

ACEBO

Los de este linaje son antiguos hijosdalgo de las montañas de Burgos, con casas solariegas en Santa María de Miera y en Liérganes, en la merindad de Trasmiera.

Procede, en opinión de algunos autores, del solar primitivo del linaje Acevedo, y así parece indicarlo la estructura de ambos apellidos y la gran semejanza de algunas de sus armas.

Otros dicen que los Acebo tomaron el apellido del árbol llamado acebo, que abundaba en aquellas montañas, y lo pusieron también por armas.

Se extendieron por diversas regiones de la Península, entre ellas Navarra, Aragón, Cataluña, Valencia y Asturias.

Uno de los primeros varones de este linaje fue privado del rey García Jiménez, de Navarra, al que prestó señalados servicios, luchando contra los moros.

Los de este apellido probaron su Hidalguía en numerosas ocasiones, por lo menos desde el siglo XV.

Armas de los Acebo: Los de Asturias, Aragón, Cataluña y Valencia ponen: En campo de plata, dos lebreles blancos atados a un acebo de sinople.

Don Juan Baños de Velasco señala para otra rama este mismo escudo, pero añadiéndole una bordura de gules con nueve emes griegas, de plata, con coronas de oro.

Otros: En campo de plata, un acebo de sinople; bordura de oro, con ocho roeles de gules.

Los de Navarra traen las armas concedidas por García Jiménez a su privado; escudo terciado en faja; 1º, en campo de azur, tres espadas puestas en palo, las de los lados con la punta hacia arriba, atravesando el 2º cuartel, que es de plata, y 3º, de oro, con un acebo de sinople acostado en dos matas, también de sinople.

Los de Cantabria traen: En campo de oro, un árbol de sinople arrancado.

Otros de Cantabria traen: en campo de plata dos leones afrontados de su color y coronados; bordura de gules cargada de nueve "M" griegas de plata, coronadas de oro.